Hoy el temporal es como una nota pedal en el continuo minimalista de mis latidos. Contrapunto de galerna y miocardio. La imagen de una enamorada con boina que me invitaba a traducir Prévert, su desesperado silencio en mis ojos. El abuelo, los restos de una centolla frita, una botella de jerez vacía, después la embolia. La piel del viento, mi piel. Los cerros volátiles exhalando el cielo de mi pueblo, y una bicicleta, animal de bajamares. Todo ese tiempo de vagar con la música del vendaval en los párpados. Desalojados, nos pensamos en cuerpos negados al dolor. Nunca nos buscamos la yugular y el vientre. Sólo vibramos en el mismo temporal, con el mismo vicio de hacernos lejanía.

Alegret

 

 

La fricción de lo ausente - Jorge Carlos Alegret

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Hoy el temporal es como una nota pedal en el continuo minimalista de mis latidos. Contrapunto de galerna y miocardio. La imagen de una enamorada con boina que me invitaba a traducir Prévert, su desesperado silencio en mis ojos. El abuelo, los restos de una centolla frita, una botella de jerez vacía, después la embolia. La piel del viento, mi piel. Los cerros volátiles exhalando el cielo de mi pueblo, y una bicicleta, animal de bajamares. Todo ese tiempo de vagar con la música del vendaval en los párpados. Desalojados, nos pensamos en cuerpos negados al dolor. Nunca nos buscamos la yugular y el vientre. Sólo vibramos en el mismo temporal, con el mismo vicio de hacernos lejanía.

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