El deseo siempre es exceso: nunca alcanza, jamás se sacia

“Todo lo que importa sucede de noche. Cerca de un tren. Cerca de un río. En un idioma extranjero, con los labios pintados de rojo”. La protagonista de ¿Se dice así? huye de la rutina y de las responsabilidades dominada por la adrenalina del encuentro erótico. Entre trenes, habitaciones de hotel y mails febriles, atraviesa ciudades, idiomas y cuerpos para descubrir que el deseo siempre es exceso: nunca alcanza, jamás se sacia.

En medio de esa vorágine, escribe para que el amor no se acabe, para que el deseo no se apague, para traducir lo intraducible. Las palabras y los cuerpos se vuelven, en un mismo movimiento, refugio y condena.

Con una voz que desarma lo íntimo y lo vuelve poético, Leila Sucari vuelve a explorar el erotismo como territorio salvaje y la escritura como el único lugar habitable.

¿Se dice así? - Leila Sucari

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El deseo siempre es exceso: nunca alcanza, jamás se sacia

“Todo lo que importa sucede de noche. Cerca de un tren. Cerca de un río. En un idioma extranjero, con los labios pintados de rojo”. La protagonista de ¿Se dice así? huye de la rutina y de las responsabilidades dominada por la adrenalina del encuentro erótico. Entre trenes, habitaciones de hotel y mails febriles, atraviesa ciudades, idiomas y cuerpos para descubrir que el deseo siempre es exceso: nunca alcanza, jamás se sacia.

En medio de esa vorágine, escribe para que el amor no se acabe, para que el deseo no se apague, para traducir lo intraducible. Las palabras y los cuerpos se vuelven, en un mismo movimiento, refugio y condena.

Con una voz que desarma lo íntimo y lo vuelve poético, Leila Sucari vuelve a explorar el erotismo como territorio salvaje y la escritura como el único lugar habitable.